A lo largo del tiempo, uno de los principales objetivos que se ha planteado el hombre es el de descubrir el significado y las consecuencias de todo lo que acontece a nuestro alrededor, ya sean fenómenos que deriven de nuestra propia acción dentro del ambiente o que sean producto del ambiente mismo; y que mejor que todo esto nos sea explicado por gente que realmente tenga todos los conocimientos y las cualidades necesarias para realizar esta labor tan importante como lo es el enseñar y educar a otras personas.
La situación que plantea esta tesis acerca de la perdida de la identidad del educador nos hace referencia a que los que fungen con el papel de pedagogos dentro de la sociedad no se han podido acoplar de la manera correcta a los cambios presentes dentro del entorno global, lo que conlleva a que el conocimiento que estos les brindas a sus pupilos carezca de importancia y tenga poco valor. A raíz de esta situación surge la incógnita de si realmente es necesario que los educadores se acoplen a los cambios que se presentan a nivel mundial.
Mi respuesta a la pregunta planteada anteriormente la responderé con la ideología de Platón con respecto al modelo educativo. En la tesis se menciona que una de las primordiales necesidades que Platón proponía resolver a cada una de las sociedades era la de formar hombres. La formación de hombres nos hace referencia a que cada persona, a determinada edad, debe ser instruida con conocimientos, teorías, practicas, entre otros medios, para que a través de los mismos pueda lograr comprender, pero sobre todo, entender la realidad que nos rodea.
El hecho de que cada uno de los individuos dentro de una sociedad pueda interpretar su realidad es un gran logro ya que conllevará a que los mismos puedan generar sus mismos supuestos, así como conocimiento individual y de esa manera contribuir con sus modelos teóricos y metodológicos para la resolución de problemas y conflictos que se presentan a nivel Estado y a nivel global.
Todo lo que he mencionado anteriormente quiere decir que cada uno de los educadores deben de convertirse en un Platón: aquel hombre que en el papel de pedagogo realmente se preocupe por las enseñanzas y conocimientos, así como la manera de impartir los mismos, todos los individuos que tiene como pupilos para que, en palabras de Platón, “se haga de estos un hombre”.